Aparecen noticias a ciclos regulares, que se anulan entre sí unas a las otras, y esta es la de hoy.

Salud: celulares y wi-fi, un estudio los absuelve

El análisis científico de los efectos de la exposición a ondas electromagnéticas no muestra "efectos comprobados" en la salud. Es lo que concluye el estudio elaborado por la Agencia nacional sanitaria (Anses), la autoridad francesa para la salud pública donde han trabajado 16 expertos durante dos años. El informe no afirma la ausencia de cambios debidos a la exposición, sino que los cambios bioquímicos, fisiológicos o de comportamiento que se inducen en una célula, tejido o cuerpo en respuesta a un estímulo externo son diferentes de los efectos en la salud, que solo suceden cuando "los efectos biológicos superan los límites de adaptación del sistema biológico". Por esta razón, Anses en su opinión argumenta que no es necesario cambiar los umbrales de uso, al tiempo que recomienda limitar la exposición, especialmente a los niños y las personas que lo usan de manera intensiva.
Fuente: Il Sole 24 Ore [ITA] (15/10/2013)

Abordar este tema y esta noticia en el marco de las leyes biológicas es bastante simple: lo que el estudio revela es que los tejidos si son influenciados por el agente de radiación electromagnética externa (por ejemplo, se calientan, como se puede experimentar fácilmente), pero esto no produce "enfermedad", y especialmente si lo que se busca es un tumor, se está en el camino equivocado.
Esto no significa que el electromagnetismo no actúe sobre el cuerpo, y está claro que una radiación muy fuerte puede, en lugar de calentar los tejidos, arriesgarse a quemarlos, y entonces sería un proceso de reparación local como cuando se quema un dedo con fuego.

De hecho, el cerebro no tiene ninguna razón para activar programas de supervivencia biológica en el esquema psique-cerebro-órgano en una situación donde el individuo (o especie) no está en riesgo.

Una situación, probablemente común hoy, cuando se mantiene una sospecha alta sobre la ¨cancerogenicidad¨ del celular, podría efectivamente generar una reacción: en el momento en que mi organismo vivencia aquel objeto que está obligado a usar, tener en la mano, lo apoya en la oreja, como peligroso...porque me lanza rayos que entran en mi cabeza y no puedo mantener alejado y permanezco en este estado de alerta visceral por todo el día, por años, cada vez que tomo el teléfono... aquí la dermis y los tejidos protectores inervados por el cerebelo pueden reaccionar con un engrosamiento local, precisamente en esa zona donde me siento "perforado", atacado.

Al permanecer en un estado de ataque antinatural durante mucho tiempo (si yo fuera un animal, nunca estaría con algo peligroso por más de unos pocos segundos), el engrosamiento de los tejidos mesodérmicos cerca de la oreja (como un melanoma) puede volverse notable.
Por lo tanto, un uso celular moderado puede ser suficiente para producir un tumor, como también puede ser el caso del uso obstinado sin ninguna reacción.
Se realizaron experimentos sobre la sensación de peligro generada por el electromagnetismo. [ITA]