Encontré en un cajón digital una imagen que fue muy viral en las redes sociales, y que había modificado el año pasado para devolverle el sentido que merecía.
El mensaje original es muy positivo, de concepción psicosomática, lleno de buenas intenciones, pero también muy poco efectivo en la realidad.
Por lo tanto, es una oportunidad para retomar el discurso sobre la diferencia entre la psicología y la biología.

Con la misma actitud que usualmente pongo al revisar las noticias de los periódicos, aquí está la revisión de ese famoso mensaje viral (con comentarios a continuación)::

El dolor de garganta se manifiesta he resuelto un susto inesperado

El estómago arde cuando debo someterme a una situación que me invade

La diabetes invade cuando debo continuamente pasar através de cosas que no quiero

El cuerpo se hincha cuando no te sientes en casa, cuando has perdido referentes

El dolor de cabeza se siente cuando finalmente me siento a la altura

El corazón desiste cuando debo sostener a alguien que tiene necesidad

La alergia aparece cuando alguna cosa le recuerda al cuerpo una situación fuerte

Las uñas se rompen cuando te reencuentras con quien habías perdido

El pecho se comprime cuando no logras tener tu espacio vital

El corazón sufre un infarto cuando te liberas del peso de sostener a alguien

La neurosis...demasiado amplio, lo trataré luego.

La fiebre quema cuando el organismo se está reparando a sí mismo.

Siendo conscientes de que los síntomas expuestos son aproximativos y que, en cambio, cada persona es única como también lo es su percepción (estas generalizaciones tienen su fundamento pero son insensatas), te digo que esto no se puede prevenir, ni siquiera recontándote que sos plenamente feliz.

Lo que si puedes hacer es reconocer que tu cuerpo tiene una inteligencia de miles de millones de años y que cada cosa que hace tiene un sentido para su supervivencia.

La palabra clave no es luchar (contra sí mismo) sino 

DEJAR IR 

¨¿Estás dispuesto a hacer algo diferente?
Ni el optimismo, ni el pensamiento positivo, ni la conciencia u otras bellas palabras te harán evitar la llamada enfermedad, que no es más que un programa sensato diseñado en la evolución de la vida, que se activa a nivel vegetativo para la supervivencia del individuo y de la especie.

Si te enojas por estar en una posición contra la vida, el programa se vuelve crónico al tratar de salvarte ... puedes decir que estás feliz donde estás, pero si no te mueves, si no haces algo concretamente diferente, el programa natural lo hará por ti.

Inútil es decir que con las palabras no puedes convencerlo, también porque siempre es él el que tiene la razón.
Lo que es sorprendente es que la vida hará todo y más para preservarse, incluso cuando usted mismo pelee con todas sus fuerzas para no alejarse de su inmovilidad".