LEYES BIOLOGICAS
Primera Ley Biológica - DHS
Cada programa especial biológico y sensato de la naturaleza (SBS) comienza con un DHS (Síndrome de Dirk Hamer).
Un DHS es un evento dramático inesperado que nos toma a contrapié en el cual el organismo no sabe cómo reaccionar.
¿Cómo maneja la situación, entonces?
Poniendo en marcha inmediatamente una reacción biológica especial a nivel cerebral, psíquico y orgánico, lo más eficaz posible para responder al peligro.
El cerebro envía entonces las señales bioquímicas que activan el órgano que mejor se adapta a la situación.
El área del cerebro involucrada se llama "foco de Hamer", que es detectable con métodos de diagnóstico por imágenes como la TC sin contraste.
Imagina, por ejemplo, estar relajado en el sofá. De repente, una ráfaga de viento golpea violentamente la puerta detrás de ti: tus ojos se entrecierran , tu garganta se cierra, todos tus músculos se tensan, tu cuerpo se sacude y un río de descargas hormonales te inunda.
Todo esto es automático, sensato y no requiere ninguna mediación de su mente.
A partir del instante del DHS, el curso del programa biológico procede en paralelo en los tres niveles psíquico-cerebral-organo, según el modelo bifásico de la segunda Ley Biológica.
Es precisamente esta respuesta especial del organismo la que puede manifestarse con malestares, que solemos llamar "enfermedad".
NO EL EVENTO SINO LA PERCEPCIÓN SUBJETIVA DEL EVENTO
Es muy importante entender que un evento inesperado nunca es traumático en sí mismo, sino que sólo la percepción personal del mismo.Por esta razón no es muy efectivo buscar el DHS dentro de hechos objetivos, como la pérdida emocional o situaciones peligrosas específicas, tratando de que sean reglas generales: el DHS es siempre subjetivo, porque cada uno tendrá una percepción diferente de un evento inesperado.
En este sentido, el "estrés", tal como lo entiende genéricamente la psicosomática del siglo pasado, no es un factor relevante en la activación de los órganos del cuerpo.
Al menos hasta que se pone en relación con la interioridad subjetiva de cada individuo.
El propio Hamer relata una anécdota para aclarar el concepto, porque sin esta adquisición ninguna investigación científica tendrá acceso al DHS y no podrá avanzar en este campo.
Sufrió un ataque cardíaco agudo. Así que debe haber sufrido un conflicto de territorio con un DHS.
Uno se preguntaba ahora cuál había sido el conflicto del territorio. En presencia del médico del pabellón, le pregunté cuándo y qué conflicto territorial había sufrido. Respuesta: Ninguna.
Era un hotelero establecido, servía a notables de todo el país, tenía dos hijos, una buena esposa, no se preocupaba por el dinero, todo estaba bien, no había conflicto territorial.
Así que le pregunté cuánto tiempo había pasado desde que había empezado a ganar peso. La respuesta: seis semanas.
Después del electrocardiograma pude juzgar que el ataque al corazón no había sido particularmente grave. Calculé: unas seis semanas antes, debe haber habido un conflicto; el conflicto podría haber durado un máximo de 3 o 4 meses.
Le dije: "Hace seis meses debió ocurrir algo grave que le impidió dormir durante varias noches. Y hace 6 u 8 semanas se alivió ".
"Sí, doctor, ya que lo pidió... ...pero no puedo imaginar que tal cosa pueda haberme provocado un ataque al corazón".
Lo siguiente había sucedido. El gran orgullo del paciente era una pajarera con aves exóticas. Todos sus clientes habituales admiraban esos pájaros. No había escatimado en gastos y también había algunas especies raras en el grupo. Antes de desayunar fue a la pajarera y observó sus pájaros, que entretanto habían crecido hasta ser 30.
Una mañana vino como de costumbre y se quedó con la boca abierta: todos los pájaros habían desaparecido hasta el último pajarito. "Ladrones" fue su primer pensamiento, acuñando así su DHS.
Los ladrones han entrado en mi territorio. Los vecinos vinieron, todo el aviario fue examinado.
Finalmente encontraron un pequeño agujero excavado bajo la pajarera. Un agricultor experimentado dijo una sola palabra: "comadreja".
Desde ese momento, el paciente sólo tenía un pensamiento en su cabeza, el de atrapar a la comadreja. Después de algunos intentos fallidos, logró atrapar a la comadreja. Sólo entonces le fue posible reconstruir el aviario a prueba de comadrejas... y comprar nuevos pájaros.
Después de unos 3 meses y medio todo volvió a su lugar y el conflicto se resolvió finalmente.
Pensando en ello después, recuerda haber estado orgulloso (durante el período de conflicto activo) de haber perdido un par de kilos. Pero durante las últimas 6 semanas lo había recuperado añadiendo otros dos kilos.
Durante toda la conversación, el médico de la sala estaba sentado allí, asombrado. Entonces se puso de pie y dijo: "Sr. Hamer, estoy muy sorprendido. Tal vez todo está al revés, lo que estamos haciendo aquí. En cualquier caso, su demostración me abrumó".
Incluso el paciente dijo: "Si pienso ahora en nuestra conversación, no sabría con qué podría haberme golpeado más que con el robo de mis pájaros".
Entendemos aquí, de manera extremadamente clara, que no es el evento en sí mismo el que genera la respuesta del organismo (en resumen, no es ciertamente una comadreja la que causa los ataques cardíacos), sino la percepción visceral, personal y única, que sólo vive esa persona en ese preciso momento.
Y también entendemos que el acceso a esas profundidades de la psique requiere, más que herramientas técnico-científicas, cualidades humanísticas.