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La obesidad hace bien y alarga la vida

Si analizamos la información "científica" que se está difundiendo globalmente en el campo de la salud, en un corto tiempo nos daríamos cuenta de cómo el conocimiento que se supone ya adquirido y cierto, en realidad, con frecuencia, carece de fundamento.
En este sitio recojo las noticias que me parecen más sorprendentes, y hoy, la colección de ¨efectos cigüeña¨ resulta suficiente para evidenciar cómo la investigación se reduce a una guerra de números estadísticos capaces de demostrar todo y también lo contrario.

En este día, 20/07/2014:
Contra orden de los científicos: obesos más longevos y con menos riesgo cardiovascular
"State University of New York:...La confirmación viene de la revisión de 36 estudios, que permitió observar como un índice de masa corporal de entre 30 y 35, que indica sobrepeso y obesidad, está asociado a una tasa de mortalidad del 27% inferior a aquellas personas con peso considerado normal (índice de masa corporal de 20). A esto se le adjunta un riesgo específico para el corazón (infarto, enfermedad cardíaca) casi 3 veces mayor en quien tiene un índice de masa corporal bajo, inferior a 20..."
Fuente: TGCom [ITA]


¿Pero no es al revés? ¿En que se debe fiar un médico para estar actualizado y hacer bien su trabajo?
El problema es que sobre estos postulados de la medicina enseñada en la universidad se fundan los protocolos sanitarios nacionales que involucran a miles de personas.
Que se trate de un problema de sensacionalismo mediático o que se trate de independencia de estudios [ITA], o de metodología de la investigación (como hemos ya visto en el campo de la nutrición), lo que nos damos cuenta es que nada puede ser dado por sentado.

Del punto de vista de las 5LB es evidente y lógico que todo puede ser al revés porque se está buscando algo donde no está: es como ir a cazar el microplancton en un prado de flores con anteojos para ver: ¡no solo es el lugar equivocado sino que también estä equivocado el instrumento!
Y esto sucede simplemente debido a los supuestos de conocimiento asumidos pero frecuentemente no comprobados que son el fundamento y el punto de partida de los estudios.
Los resultados finales, entonces, no pueden ser otra cosa que suposiciones e hipótesis, muchas veces no comprobados sino estadísticamente posibles,a menudo incoherentes entre sí.

Tomando como ejemplo el caso de la obesidad: todos sabemos que las enfermedades cardíacas tiene un nexo estrecho con el sobrepeso.¿Alguien puede discutir este supuesto? No, por supuesto.
Si hacemos una investigación, con un amplio relevo estadístico sobre la población para verificar que a altos índices de masa corporal le corresponden altos riesgos de cardiopatía. En un porcentaje más o menos relevante los datos lo afirman: bien, la regla está demostrada y reforzada.
Si se hacen otros relevamientos estadísticos nos sorprende que, esta vez, la regla es desmentida: es necesario encontrar una explicación, como por ejemplo, ¨porque probablemente el corazón está más entrenado cuando se tiene sobrepeso, entonces se vive más¨.
Un sistema rígido, no científico y muy dependiente del comercio, que no está dispuesto a cuestionar sus axiomas de una manera elástica sobre la base de pruebas experimentales, no puede conducir a nada nuevo y verdadero; todo lo contrario, se aleja cada vez más de la realidad objetiva que pretende investigar.

Al aceptar la posibilidad de que no exista relación causal entre el sobrepeso y la cardiopatía, usted será libre para verificar si infartos y procesos de vasos sanguíneos se presentan en delgados y obesos de forma indistinta, con una etiología muy precisa y biológicamente sensata.



traducción y dirección

Matelda Lisdero

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