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¿Qué son las metástasis?

Semillas sobre el asfalto
Se sabe que muchos tumores, no comprometiendo órganos vitales, no son peligrosos para la vida (mama, próstata, melanoma, etc), pero son en cambio las sucesivas metástasis las que causan empeoramientos clínicos. Fuente: Nature, PubMed
Si no existiese la ¨metástasis¨, la prevención espasmódica, la guerra a nuestros malignos, el pánico por una carrera contra el tiempo no tendría razón de ser.
No nos aterrorizaría un melanoma o un resultado de un rastreo mamográfico: ¿como podríamos morir por una mancha en la piel o una bolita en una mama?
Entonces, ¿Qué sabemos sobre esta cosa amenazadora, incontrolable e innombrable que nos hace entrar en pánico?
¿Cual es la evidencia científica?

¿Qué son las metástasis?
Iniciemos con un breve resumen: la historia de la hipótesis que dió origen a la idea de ¨metástasis¨, mayormente sostenida hasta nuestro tiempo:

En el 1889 por primera vez el cirujano inglés Paget propone la hipótesis ¨semilla y sustrato¨ para explicar la difusión aparentemente previsible de los tumores sólidos.
Analizando los datos de 735 casos de carcinoma mamario avanzado, Paget detectó un modelo previsible de metástasis viscerales y óseas. Introduciendo así el concepto de ambiente receptivo y su hipótesis, propone que una célula tumoral (semilla) para poder crecer necesita de un microambiente local adecuado (sustrato).

El primer rompecabezas a resolver fue: admitiendo que la hipótesis fuera cierta, ¿de qué forma se mueven las ¨semillas¨por el cuerpo?
Ewing en 1928 propuso que los movimientos sucedían en base a la constitución anatómica del sistema vascular, pero empíricamente la hipótesis no concuerda con los lugares de elección de los anidamientos de muchos tipos de metástasis.
En efecto, si es cierto que la casuística muestra una cierta tendencia de la próstata de producir ¨metástasis óseas¨ en la zona adyacente, o el cáncer de mama a producir ¨metástasis pulmonares¨, no es cierto que la irrigación de los vasos entre ambos órganos sea directa, sino que las células tumorales deben antes recorrer todo el circuito vascular (corazón, pulmón o el sistema linfático).
En 1980 Fidler realizaba un estudio que confirmaba que, si bien las células tumorales circulantes se encuentran en el sistema vascular de numerosos órganos, no dan lugar a ¨enfermedad metastásica¨ al azar. Otras áreas particulares, en cambio, desarrollan depósitos tumorales y entonces estos sitios deben favorecer más la colonización por parte de las células tumorales (el ¨sustrato¨ adecuado) que otros.
Se han realizado repetidos experimentos de mutaciones tumorales de las células, los cuales fallaron en el intento de producir metástasis a distancia del órgano (2003 - Minna JD, Kurie JM, Jacks T). De la misma forma las células tumorales, que se encuentran difundidas por todo el cuerpo de la persona fallan en la formación al azar de metástasis.
Modelos experimentales del 2000 (Chang YS, di Tomaso E, McDonald DM, Jones R, Jain RK, Munn LL) muestran como cada día se ¨desprenden¨ del tumor primario millones de células por cada gramo de tumor y viajan por todo el cuerpo por los vasos SIN anidarse como ¨metástasis¨.

Porque la investigación no pudo verificar el ¨anidamiento¨ al azar, el segundo rompecabezas para resolver es: ¿Cómo se crea la predisposición del ambiente para recibir el anidamiento?
En el 2002 y en el 2005 fue lanzada por Hiratsuka y Kaplan la hipótesis que sostiene la de ¨semilla y sustrato¨, con la fundación del concepto de "nicho pre-metastásico", terreno de estudio sobre el que están focalizando, los laboratorios, grandes esfuerzos con el fin de encontrar el mecanismo según el cual el tumor primario prepara anticipadamente en otro órgano, el sustrato apto para colonizar el tejido.

¿En qué punto estamos? Aun con la aceptación de que la hipótesis de la célula itinerante en busca de terreno fértil sea válida, no conocemos cómo funciona una ¨metástasis¨, cómo y por qué una célula se puede detener y anidar en un órgano particular más que en otro, y que de ahí inicia un proceso tumoral generalizado.
¿Cómo estamos procediendo? La investigación está actuando considerando adquirida la hipótesis de Paget ¨semilla y sustrato¨, y sobre esta base es necesario que las ¨semillas¨ tengan un modo particular de ¨implantarse¨ en un terreno predispuesto.
Sobre este ¨cómo¨ se continuará a estudiar en los próximos años.

Un estudio reciente sobre el ¨terreno pre-metastásico¨ fue publicado en la revista Nature.

Estos son estudios muy detallados y son también mucho más complejo que como lo he resumido, pero como se focalizan en un nivel químico que no es mi tema, me gustaría tratar de ampliar la perspectiva para analizar el fenómeno desde el punto de vista de las 5 Leyes Biológicas.
Probemos ahora a suponer que la hipótesis ¨semilla y sustrato¨ fuese cierta y comprobable: asumamos que hubiera un mecanismo que prepara anticipadamente el terreno para el desarrollo de un segundo tumor, que será llamado ¨metastásico¨.
Lo tomamos así como es, pero cambiando el punto de observación del fenómeno

El cuerpo reacciona fisiológicamente con el intento de permanecer vivo, regulando los ¨niveles de la máquina¨ en base al ambiente y a las pruebas a las que la vida lo somete.
Estas regulaciones son automáticas, no están bajo el control de la conciencia (latido cardíaco, niveles hormonales, procesos químicos, etc.) y se realizan sobre la base de la percepción biológica de lo que sucede en el ambiente.
Mientras que los procesos orgánicos son ampliamente estudiados y analizados, sea la percepción biológica y como la emotiva son elementos que normalmente no se consideran en los estudios (y tampoco es posible ya que se trabaja in vitro y tampoco son medibles en vivo).
Sin embargo, la percepción biológica y la función del tejido involucrado son elementos esenciales para la comprensión de los procesos corporales y, por tanto, también para la comprensión del oscuro enigma que rodea las "metástasis".

Si se observa que el cáncer de próstata tiene la tendencia de formar ¨metástasis¨ en los huesos (especialmente en la pelvis), veamos entonces cómo funciona el "mecanismo de preparación del terreno metastásico", observando no tanto el detalle bio-químico, sino aquel psíquico.


UNA "METÁSTASIS PSÍQUICA"
La próstata, es una glándula que tiene la precisa función biológica de producir el líquido seminal.
Cuando sus células proliferan, están en la fase de aumento funcional (Fase Activa) para producir mayor cantidad de líquido seminal.
La percepción biológica, muy visceral y en conexión con la reproducción, es "no poder fecundar suficientemente", "no poder continuar la estirpe".
Un ser humano de nuestros tiempos podría encontrarse en una situación en la que, por ejemplo, la hija se rehúsa a tener un hijo o tiene muchas mujeres pero no logra fecundar a todas o la mujer tiene otro hombre, etc.
Situación, en la cual es necesario hacer de más del punto de vista de la reproducción.
La atmósfera psíquica profunda en la que está inmerso es esta.

Ahora, este hombre descubre que tiene un adenocarcinoma, definido ¨maligno¨ en la próstata.
La situación y la atmósfera psíquica son las mismas, pero se le agrega un gran elemento: estoy enfermo, mutilado.
Deberá someterse a una intervención quirúrgica y esto traerá el riesgo de no ser más válido, de no funcionar más. Justo en este momento de gran necesidad.
La percepción de ¨no ser capaz¨ desencadena precisamente la reacción de la estructura muscular y ósea, y es efectivamente esta la que inicia el proceso de osteólisis a nivel de la pelvis.
En efecto, las células del hueso, en Fase Activa de la curva bifásica, se necrosan (osteólisis) mientras que proliferan en PCL-A.
Esto recién descrito es lo que es considerado un ¨tumor metastásico¨ en los huesos ¨derivado¨ de la próstata, que a nivel químico se comporta como se ve en el laboratorio, mientras que a nivel psíquico y funcional sigue este curso bastante común.
La frecuencia con la cual un hombre se siente desvalorizado a causa de la impotencia es suficientemente alta como para imaginar una cierta relación estadística entre carcinoma prostático y óseo, y supone modelos previsibles para las ¨metástasis¨ (como aquellos de Paget-1889).
Pero tales relaciones serán posibles cuando la ciencia realice estudios con esta perspectiva más amplia.

Se observa que el cáncer de colon tiene la tendencia estadística de ¨extenderse¨al hígado: no habiendo un caso concreto y real para observar (que es la única forma sensata para proceder), podemos imaginar un ejemplo: un hombre tiene un adenocarcinoma de colon, que se le diagnostica luego de mucho tiempo de su origen.
El tumor, en efecto, es muy grande, pero logra comer como lo ha hecho siempre: sin embargo le han advertido que hay un alto riesgo de que se le obstruya el intestino. Lo operen y le saquen el colon o no, con más o menos complicaciones, digamos que el hombre tiene la clara sensación de que su intestino no funciona bien.
Visceralmente el cuerpo percibe que está en dificultades para nutrirse adecuadamente.
Entonces, ¿Cómo se prepara psíquicamente el ¨terreno metastásico¨ justo en el hígado?
El hígado, entre otras, tiene la función de reserva de los nutrientes, que se acumulan o liberan en base a la necesidad.
Un adenocarcinoma hepático, o sea, la proliferación celular del tejido glandular del hígado, crece exactamente con el fin de suplir la necesidad de acumular de más, en el momento en que existe el riesgo de desnutrición.
La percepción, también muy visceral, es la de ¨miedo a no tener alimentos¨, ¨miedo a morir de hambre¨.
Esto acá descrito es justo lo que es considerado un ¨tumor metastásico del hígado , de un tumor primario de colon¨: el proceso se observa, sin embargo, a nivel psíquico.

El cáncer de mama, se observa, tiene la tendencia estadística a ¨generar metástasis¨ en los huesos y en el pulmón.
En lo que se refiere a los huesos, la percepción biológica es la misma coloración de ¨desvalorización¨ vista en el caso de la próstata.
Para el pulmón no será necesario dar nuevos ejemplos: la percepción biológica que dispara un adenocarcinoma de pulmón es "pánico de morir", una sensación neta y sofocante para quien carga el peso de la sentencia de "enfermo terminal".


foto en licencia CC no comercial de Zen Sutherland



traducción y dirección

Matelda Lisdero

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