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Un momento...
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La máquina biológica reacciona para sobrevivir. ¿Y si, en cambio, quisiera comenzar a vivir?

Somos como somos (nos guste o no) porque somos el fruto de la experiencia de vida que hemos percibido de manera única y que hemos atravesado con las mejores estrategias que hemos sido dotados, gracias a los programas de supervivencia, sean heredados en millones de años de evolución como por los adquiridos en el primer año de vida.
Entonces, cuando reaccionamos en forma automática, lo hacemos de manera inconsciente aprovechando esos programas que han funcionado muy bien en el pasado (de otra forma no estaríamos aquí).

Los automatismos son útiles para la mera supervivencia pero, a veces, algunos son activados en forma continua en el tiempo, manifestándose a nivel físico-orgánico con síntomas más o menos molestos que comprometen la funcionalidad fisiológica. Hasta aquí, nada nuevo.

Ahora, reconocer nuestra propia modalidad de reacción limitante y darles la bienvenida sin juicios morales, son dos pasos básicos para ir más allá de nuestra sacrosanta automatización.
Sólo con el reconocimiento y la aceptación de cómo nos hemos parado en el mundo hasta ahora, con el fin de sobrevivir y hacernos amar, podemos dar un paso más: explorar esa parte del ser humano que puede tomar decisiones diferentes en presencia de sí mismo, no en forma automática, ni como reacción, sino con conocimiento de causa e incluso de propósito.

El primer punto de partida resguarda al individuo particular entonces no puedo dejar de hablar en primera persona.
Comienzo a auto-observarme mientras vivo, como si fuese contemporaneamente actor y espectador de una escena teatral llamada ¨vida¨.
Esto me permite no solo acoger el contenido del evento, sino también mi modalidad de reacción: como me siento físicamente, emocionalmente, en mis pensamientos y lograr, en consecuencia, con habilidad y discernimiento la mejor respuesta para mí.
No es una cosa simple, para nada, porque los mecanismos automáticos de ataque y defensa justamente parten instintivamente.
Pero el punto no está en impedir que se inicien - sería imposible visto que son mecanismos bio-lógicos (lógicos para la vida): el punto está en reconocerlos apenas comienzan y observarme mientras estoy apoderada por ellos.
Puedo entonces probar a elegir continuar en el papel de víctima o buscar una estrategia de reacción distinta y más funcional.

Parece fácil...en realidad es casi imposible: cuando me da miedo de perder algo o a alguien querido, o cuando estoy ¨molesta¨ por un sentimiento de injusticia profundo, o cuando tengo la sensación de ¨rechazo¨ y de ¨no reconocimiento¨ (solo para dar algunos ejemplos), soy literalmente secuestrada profundamente e incluso, cuando logro observarme por un segundo, me siento tan absorbida por ese estado de consciencia alterada que no es fácil salir.

Para llegar a reconocer nuestros automatismos debemos ejercitar nuestra auto-percepción.
Un experimento simple, pero no inmediato podría ser la auto-observación, partiendo de situaciones simple y tranquilas, sobretodo en aquellos momentos de placer y alegría (porque también en esos somos secuestrados si los vivimos en forma automática, como sonámbulos).

Si, se necesita un poco de aplicación cotidiana (pocos minutos) y antes que nada se necesita estar dispuesto a hacerlo.

En este ejercicio cotidiano, las 5LB son un instrumento extraordinario que nos dan una dirección más clara y un mapa detallado de lectura de cómo nos estamos moviendo en el mundo. Darse cuenta que estamos atrapados en un esquema recidivante, a través de sintomatología física y señales de sensaciones de inquietud, nos da la posibilidad de intervenir activamente haciendo algo distinto, como una simple observación, para modular la intensidad y duración de la trampa.

No hace falta decir que todo esto es sostenible si hay un propósito, preciso y atractivo que se desea conseguir.

La invitación no es a ¨cambiar¨: no es posible racionalmente.
El punto es aceptarnos por lo que somos.
Porque gracias a como somos es que estamos aquí respirando aire. Somos perfectos así como somos...para sobrevivir.
¿Y si con sobrevivir no nos alcanzara y quisiéramos, en cambio, comenzar a vivir? 
Entonces necesitamos hacer un esfuerzo mayor: observarnos y reconocernos en nuestras reacciones automáticas cotidianas abrir un espacio de escucha de nosotros mismos.
Entonces, de alguna manera se podrá sorprender a esta compleja máquina que nos lleva a dar un paseo cada día....tal vez cambiando la perspectiva desde la cual vemos el mundo, incluso lo imposible pueda manifestarse.

Buena auto-observación.



traducción y dirección

Matelda Lisdero

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