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Un momento...
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Tiempo extra-ordinario para la introspección y transformación personal

Nuestras vidas se trazaron a través de rutinas que nos frenaron en nuestro movimiento de crecimiento personal y social.

Rutinas con las que llegamos a disfrutar, o al menos a hacernos percibir "reconfortantes", situaciones de la vida familiar, laboral, relacional insatisfactoria, y malestar psicofísico (enfermedades) en algunos casos incluso dramáticas.

Si somos honestos con nosotros mismos, nunca hemos tratado de enfrentarlos bajo un poderoso impulso interior de cambio; tal vez sólo nos hemos limitado a pensar "sería bueno si.... ", pero entonces no se hizo nada: la automaticidad diaria nos devolvió a nuestra zona de confort y así sucesivamente...

ITALIA ENTERA EN CUARENTENA POR EL CORONAVIRUS

Después de las repentinas crisis de cambio en nuestras vidas (¡hace sólo 15 días!) nos encontramos de repente catapultados a uno de los bienes más preciados: el TIEMPO y, de buena gana o no, para llegar a un acuerdo con nosotros mismos.
Esto es más aterrador que el virus y el régimen de excepciones que se han creado.

Este miedo al VACÍO y al DESCONOCIMIENTO es fuerte, y es por eso que intentamos de todas las formas posibles llenar los espacios del día con algo más que HACER: el vacío es espantoso, nos arriesgamos a encontrarnos con todas nuestras HERIDAS que en los años de nuestra vida hemos tratado de barrer bajo la alfombra.

Cuidado, no debe haber ningún juicio en esto, de lo contrario frustramos nuestros esfuerzos.

Es parte del comportamiento humano porque es natural tratar de evitar el dolor profundo.
Pero hoy es como si un invitado desconocido hubiera entrado en nuestra casa, de repente levantó la alfombra y... ¡Tac! ...todas esas heridas se están manifestando.

UNA OPORTUNIDAD PARA LA AUTO-OBSERVACIÓN

¿Qué vamos a hacer ahora?
¿Enrollamos la alfombra e inventamos nuevas cosas para hacer, o aprovechamos la oportunidad para empezar a mirar a ese "YO" asustado que juntó polvo con los años?




  
No es una elección exclusiva (ni esto ni aquello) pero hagamos que sea una elección inclusiva (y esto y aquello): hay un tiempo para HACER las cosas y mantenerse ocupado prácticamente, y hay un tiempo para ESTAR con nuestras emociones y observarnos en nuestras reacciones instintivas para evitar el dolor.
Sobre este último ejercicio, un día, frente a un secuestro emocional muy fuerte, me puse voluntariamente en el sofá y me obligué a escuchar ese sufrimiento dentro de mí.
Después de unos minutos (creo que 2 o 3) me encontré cargando la lavadora y aspirando para no entrar en contacto con ese dolor.


Fue inconsciente, instintivo, ni siquiera me di cuenta de que me levanté del sofá.

En realidad, no lo decidí voluntariamente, fue un automatismo, una rutina de escape del dolor... es todo lo mismo, de hecho a veces es indispensable.
Lo importante es que he podido reconocerlo y observarlo... y le aseguro que el sufrimiento ha empezado a disminuir considerablemente.

Este ejercicio puede ser un comienzo para conocernos mejor, para observar, como si fuéramos un espectador que ve una película, que ve cómo reaccionamos ante la vida... y os digo que a veces nos enfadamos con nosotros mismos, otras veces nos conmueve la ternura de nosotros mismos y otras veces seguimos sonriendo porque nos descubrimos graciosos, torpes y ridículos...

Si nos hacemos conscientes de nuestras acciones podemos provocar cambios en nuestras vidas en la dirección que queremos y de acuerdo con nuestro plan de vida.

Hay muchas maneras de escucharnos, cada uno busca la suya propia, pero les recuerdo que se necesita un acto de VOLUNTAD que se elige y decide conscientemente cada vez.
Este acto de voluntad es el paso más difícil y a veces puede necesitar la ayuda de una persona externa para guiarnos en los primeros pasos del ejercicio.

Conocernos a nosotros mismos puede ser intrigante. Sorprendámonos porque detrás de cada herida, cada dolor se esconden nuestros TALENTOS y DONES que ni siquiera somos conscientes de que tenemos...
Estos son útiles para nosotros, pero sobre todo son útiles para el mundo porque quién sabe cuántos tenemos, pero por miedo no dejamos que se expresen.

Esto para mí es EL PECADO.

Que pecado... ♥️

Imagina la POTENCIALIDAD que tendremos cuando todo termine y marchemos nuevamente.

La máquina biológica reacciona para sobrevivir. ¿ Y si, en cambio, quisiera comenzar a vivir?





traducción y dirección

Matelda Lisdero

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