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¿Los animales tienen celulitis? La causa de la ¨piel de naranja¨.

Para la serie ¨vida biológica¨ tratamos el tema ¨celulitis¨.

Como primer paso, comenzamos por el principio base de esta rúbrica: un animal, en esta caso aún los domésticos, el más gordo y sedentario, difícilmente tenga celulitis (otra cosa es la ¨celulitis juvenil¨ del perro).
¿Y por qué, en cambio, aún las mujer más activa y nutricionalmente más disciplinada, tiene frecuentemente este síntoma? Entre el 80 y 90% de las mujeres para ser precisos(mucho más raro en los hombres).
¿Que diferencia a un ser humano de un animal?

Si alguien engorda y adelgaza rápidamente, el fenómeno tiene que ver con la retención hídrica activada por los riñones, según la fisiología especial del llamado "conflicto del prófugo", un programa biológico muy antiguo y frecuente en todos los seres vivos.

Cuando, en cambio se forman las almohadillas adiposas con depresiones, considerado un trastorno genético llamado celulitis, son resultado de un largo proceso de continuas recidivas del tejido conectivo.
Este tejido es inervado por la sustancia blanca y en base a su función, se necrosa en Fase Activa y repara en exceso en PCL-A.
Un proceso continuo de necrosis y reparación produce restos cicatriciales que con el paso del tiempo crean la famosa ¨piel de naranja¨. Siendo cicatrices, estas persisten.

La función biológica del tejido conectivo es aquella de constituir parte de la estructura que define nuestra forma, y siendo un tejido de origen en el mesodermo reciente, responde a una percepción de ¨no ser adecuado¨, en este caso específico ¨no ser adecuado en la propia forma¨, ¨no sentirse idóneo en la propia forma¨.
Atención: esta valoración estética no es fruto de una vanidad superficial, sino que tiene una importancia biológica fundamental: ser atractiva en las formas es vital para las hembras (sobretodo), con el fin de ser presa por el macho y fecundada. Por el contrario estaría en riesgo tanto la comunidad como el mismo individuo que quedaría marginado.

Es superfluo argumentar cuanto los seres humanos civilizados de esta época son fuertemente instados en este aspecto, bajo el bombardeo de estereotipos surrealistas.

Es por eso que para un animal es más raro, pero no imposible, vivir tal percepción.

Sin embargo, es muy común que el ser humano permanezca en su jaula perceptiva durante mucho tiempo: las curvas bifásicas más adecuadas para representar esto son las "curvas humanas".



Si el cambio de alimentación, el cambio de hábitos sedentarios o la modificación de todo lo que se señala como la causa de la celulitis, no produce un cambio efectivo y concreto en la propia jaula perceptiva de ¨asco¨, ¨no me siento idóneo en mi forma¨, nada de todo eso podrá tener un efecto real de enlentecimiento o freno de este proceso fisiológico.

Sin duda habrá remedios estéticos calmantes, especialmente aquellos que reducen la hinchazón de la retención de agua (que hemos visto que es una función renal), pero no soluciones verdaderas.
En cambio, en la medida en que la persona comienza a sentir que finalmente "se siente mejor en sus propias formas", en ese momento su cuerpo puede permitir que el proceso sea menos intenso o detenerse.


Ahora queda claro porque la celulitis, incluso comiendo basura o no, aplicándose cremas especiales o no, sólo está presente en áreas donde la atención se mantiene alta y se acompaña de "inadecuación", y no en otras áreas del cuerpo.

Y también queda claro por qué tu amigo que huele a "comida chatarra" ¡no tiene una línea de celulitis!

Este artículo también forma parte del título "Vida biológica", que busca recoger la evidencia en la que el ser humano aparece tan dramáticamente lejos de sí mismo y de su esencia con respecto al animal salvaje que, por el contrario, sabe como ser plenamente y sin galantería su propio cuerpo.

El "retorno a sí mismo" en la "búsqueda de sí mismo" citado por los sabios es, de hecho y de manera muy simple, este retorno a su propia naturaleza libre de las superestructuras.



traducción y dirección

Matelda Lisdero

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