Generalmente la enfermedad nos asusta y si afecta a un conocido solemos ser los primeros en buscar información para poder ayudarlos. Una vez conseguida, queremos convencerlos de que sigan nuestro consejo, hasta queremos hacer cosas nosotros por ellos.
Es bueno reconocer que buena parte de este impulso es nuestro deseo y que si la persona no está convencida y no expresa el deseo no hay nada que podamos hacer para inducirla a hacer una cosa que no siente que tiene que hacer.
Sería un problema que consienta seguir nuestro consejo porque no tendría ni el empuje ni la convicción necesaria para afrontar las cosas, lo aceptaría para hacernos felices a nosotros o por agotamiento incluso con el riesgo de perder la seguridad que  en los momentos de dificultad lo han estado sosteniendo.
En el fondo es probable que no este en la situación para escuchar algo distinto en este momento. Su sentir debe ser respetado pero sobretodo debe ser respetada la persona.

La única acción licita, respetada y eficaz es hacerle esta pregunta con estas exactas palabras: ​ 

"¿Según tu parecer, esto que estás haciendo, te alcanza para estar mejor y recuperar tu salud?"

Las respuestas pueden ser vagas y poco precisa como ¨me lo dijo el médico¨, en este caso se repite la misma pregunta hasta que se obtiene una respuesta SI o NO.
Solo estas dos  respuestas son el interruptor que llevan a la persona a tomar una posición en base a lo que ella siente y no en base a lo que otros quieren que haga.
Entonces habiendo, la persona, tomado una elección  personal no se siente más víctima del tratamiento elegido por otro sino que se apropia de la experiencia de haber podido elegir y si un día lo vuelve a pensar lo puede hacer con confianza y fuerzo interior. ​

Si responde SI, su elección debe ser respetada porque en ese SI esta su fuerza que nadie tiene el derecho hacerle dudar o discutirle.
Más bien su elección está plenamente sostenida, aun cuando nosotros hubiésemos elegido otra cosa. Y si en esta situación eligiera otra opción nunca podría verificar si eso que eligió es bueno o no para ella. Cada uno es un individuo único que puede encontrar su propia fuerza, basada en  su creencia e ideales y en su propia experiencia y convicción. ​

Si responde NO, entonces se abre un espacio para proponer (sin insistencia) la lectura de este texto (hacer clic acá) y aunque no entienda todo no importa. El solo hecho de aceptar leerlo es ponerse en movimiento.
En este punto es importante dejar que sea la persona por sí misma la que busque el contacto, como lo has hecho tú hoy.